Cáncer de pulmón
Cáncer de pulmón
El cáncer de pulmón es uno de los cánceres más frecuentes en los países occidentales y uno de los que produce mayor mortalidad, tanto en hombres como en mujeres. Existen diversos tipos de cánceres de pulmón, siendo el pronóstico y el tratamiento muy diferente entre ellos.
¿Cuáles son sus síntomas más frecuentes?
Este tipo de cáncer, que se origina en las estructuras del árbol respiratorio – tráquea, bronquios, bronquiolos o alvéolos- puede manifestarse de diversas maneras en función de la etapa en la que se encuentre:
En etapas tempranas: puede causar poca sintomatología y diagnosticarse por un hallazgo casual. Sus síntomas pueden confundirse con los síntomas respiratorios causados por el tabaquismo.
En etapas más avanzadas, los signos más característicos son:
Síntomas locorregionales: aquellos derivados del crecimiento del tumor dentro del pulmón, así como de la invasión de sus tejidos adyacentes. Entre sus síntomas más habituales, se encuentran:
Tos: es el signo más frecuente del cáncer de pulmón y puede ser seca o productiva. Con ella se produce expulsión de la secreción mucosa, la mucosidad infectada o, incluso, sangre.
Disnea: se caracteriza por la sensación de falta de aire o la dificultad para respirar. Este síntoma suele aparecer tras realizar un esfuerzo importante o con pequeñas actividades físicas.
Disfonía (cambio de tonalidad de la voz): se produce de forma continuada o intermitente, debido a una alteración en la movilidad de las cuerdas vocales o a una parálisis, y afecta al nervio recurrente responsable de su movimiento.
Disfagia (dificultad para tragar): puede darse tanto con alimentos sólidos como líquidos. Esta dificultad se debe a una compresión del esófago por la existencia de ganglios o por el propio tumor.
Dolor constante en el pecho: puede incrementarse con la respiración profunda o la tos.
Síndrome de vena cava: se produce cuando la principal vena del cuerpo se obstruye o se comprime parcialmente.
Infecciones respiratorias repetidas en el tiempo.
Síntomas paraneoplásicos: hacen referencia a las manifestaciones que no están producidas directamente ni por el tumor ni por la metástasis, sino que están vinculados con la liberación de alguna sustancia o a la activación del sistema inmune. Los más comunes son:
Cansancio.
Pérdida de apetito o de peso.
Hipercalcemia tumoral, debida al incremento de las cifras de calcio en sangre.
Náuseas.
Vómitos.
Estreñimiento.
Deshidratación.
Síntomas originados por la metástasis:
Dolor continuo en caso de afección ósea: fundamentalmente en la columna vertebral.
Dolor en brazos y piernas: lo que puede significar que hay una afectación de algún nervio que tenga su origen en la médula espinal.
En algunos casos, la sintomatología de un cáncer de pulmón es generalizada y puede producir fatiga, fiebre sin causa conocida o dolor de cabeza. Sin embargo, hay que tener en cuenta que ninguno de estos síntomas es signo definitivo de un cáncer de pulmón, puesto que pueden presentarse en procesos benignos como un cuadro gripal o una neumonía, por ejemplo.
Tipos de cáncer de pulmón
Los médicos dividen el cáncer de pulmón en dos tipos principales en función del aspecto de las células cancerosas del pulmón vistas en el microscopio. Tu médico toma decisiones según cuál sea el tipo de cáncer de pulmón que tengas.
Los dos tipos de cáncer de pulmón usuales son:
Cáncer de pulmón de células pequeñas. El cáncer de pulmón de células pequeñas se presenta casi exclusivamente en los fumadores empedernidos y es menos frecuente que el cáncer de pulmón de células no pequeñas.
Cáncer de pulmón de células no pequeñas. “Cáncer de pulmón de células no pequeñas” es un término genérico que se usa para denominar varios tipos de cáncer de pulmón. Los tipos de cáncer de pulmón de células no pequeñas comprenden el carcinoma epidermoide, el adenocarcinoma y el carcinoma de células grandes.
Factores de riesgo
Hay varios factores que pueden aumentar el riesgo de cáncer de pulmón. Algunos factores de riesgo se pueden controlar, por ejemplo, dejar de fumar. Sin embargo, otros factores no se pueden controlar, como los antecedentes familiares.
Los factores de riesgo de cáncer de pulmón comprenden lo siguiente:
Tabaquismo El riesgo de cáncer de pulmón aumenta con la cantidad de cigarrillos que fumes por día y la cantidad de años que hayas fumado. Dejar de fumar a cualquier edad puede disminuir mucho el riesgo de tener cáncer de pulmón.
Exposición al humo de otros fumadores. Incluso si no fumas, el riesgo de cáncer de pulmón aumenta si estás expuesto al humo de otros fumadores.
Radioterapia previa. Si te has sometido a radioterapia en el pecho por otro tipo de cáncer, puedes tener un mayor riesgo de presentar cáncer de pulmón.
Exposición al gas radón. El radón se produce por la descomposición natural del uranio en el suelo, las rocas y el agua y, con el tiempo, se vuelve parte del aire que respiras. Los niveles peligrosos de radón se pueden acumular en cualquier edificio, incluso en los hogares.
Exposición al asbesto y otras sustancias carcinógenas. La exposición laboral al asbesto y otras sustancias que se demostró que producen cáncer (como el arsénico, el cromo y el níquel) también puede aumentar el riesgo de tener cáncer de pulmón, sobre todo si eres fumador.
Antecedentes familiares de cáncer de pulmón. Las personas con un padre, hermano o hijo con cáncer de pulmón tienen un mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad.
¿Se puede prevenir el cáncer de pulmón?
Evitar los factores de riesgo puede ayudar a prevenir el cáncer de pulmón:
Deje de fumar. Si no fuma, no empiece
Disminuya su exposición a sustancias peligrosas en el trabajo
Disminuya su exposición al radón. Las pruebas de radón pueden mostrar si su hogar tiene altos niveles de este gas. Puede comprar un kit de prueba usted mismo o contratar a un profesional para que haga la prueba
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