La ambliopía, comúnmente conocida como “ojo vago” u “ojo perezoso”, es una alteración visual que se caracteriza por una disminución de la agudeza visual en uno o, con menor frecuencia, ambos ojos, sin que exista una causa orgánica evidente que justifique la pérdida de visión. Esta condición se origina cuando el cerebro, durante el desarrollo visual infantil, no recibe imágenes claras y bien enfocadas de uno de los ojos, por lo que aprende a ignorar o suprimir la información proveniente de ese ojo. Como resultado, el ojo afectado no desarrolla su potencial visual completo, lo que puede llevar a una pérdida permanente de visión si no se trata a tiempo. La ambliopía es la causa más frecuente de pérdida de visión en la infancia y afecta aproximadamente al 3% de los niños.