El comienzo de un nuevo ciclo escolar trae consigo una emocionante ola de expectativas y oportunidades. Sin embargo, en medio de la planificación de horarios y la selección de útiles escolares, existe un componente esencial pero a menudo pasado por alto: el examen físico escolar. Más allá de una formalidad rutinaria, este proceso médico cumple un papel fundamental en el bienestar general y el rendimiento académico de los estudiantes. Exploraremos en detalle por qué someterse a un examen físico antes del inicio escolar es una práctica esencial, y cómo sus beneficios se extienden mucho más allá de la superficie.