Por lo general, el impétigo causa una agrupación de pequeñas ampollas que revientan y forman una costra de color miel sobre las llagas. El impétigo ampolloso es similar, con la diferencia de que las llagas suelen crecer y forman rápidamente ampollas mayores. Las ampollas estallan y exponen la piel en carne viva, que se cubre con una costra de color miel.