Convulsiones
Convulsiones
Una convulsión corresponde a los hallazgos físicos o cambios en el comportamiento que ocurren después de un episodio de actividad eléctrica anormal en el cerebro.
El término “convulsión” se utiliza a menudo indistintamente con “ataque”. Durante las convulsiones, una persona tiene temblor incontrolable que es rápido y rítmico, con los músculos contrayéndose y relajándose en forma repetitiva. Hay muchos diferentes tipos de convulsiones. Algunos tienen síntomas leves y sin temblores.
Causas
Las células nerviosas (neuronas) del cerebro crean, envían y reciben impulsos eléctricos que permiten que las células nerviosas del cerebro se comuniquen. Cualquier cosa que interrumpa estas vías de comunicación puede provocar una convulsión. Algunos tipos de trastornos convulsivos pueden ser causados por mutaciones genéticas.
La causa más común de las convulsiones es la epilepsia. Sin embargo, no todas las personas que tienen una convulsión tienen epilepsia. A veces, las convulsiones pueden ser causadas o desencadenadas por lo siguiente:
Fiebre alta, que puede estar asociada a una infección como la meningitis
Falta de sueño
Luces parpadeantes, patrones que se desplazan u otros estímulos visuales
Bajo nivel de sodio en la sangre (hiponatremia), lo que puede suceder con la terapia con diuréticos
Medicamentos, como ciertos analgésicos, antidepresivos o terapias para dejar de fumar, que reducen el umbral convulsivo
Un traumatismo craneal que causa un área de sangrado en el cerebro
Anormalidades de los vasos sanguíneos en el cerebro
Trastornos autoinmunitarios, incluidos el lupus eritematoso sistémico y esclerosis múltiple
Accidente cerebrovascular
Tumor cerebral
Usar drogas ilícitas o recreativas, como anfetaminas o cocaína
Abuso de alcohol, durante momentos de abstinencia o de extrema embriaguez
Infección por el virus de la COVID-19
Diagnóstico
Evaluación médica
Si la persona afectada nunca ha sufrido una crisis previa, análisis de sangre y otros análisis, imágenes del cerebro y, normalmente, electroencefalografía
Si ya se ha diagnosticado un trastorno convulsivo por lo general se realizan análisis de sangre para medir las concentraciones de fármacos anticonvulsivos
El diagnóstico de una crisis se basa en los síntomas y en los datos aportados por quienes han presenciado las crisis. Los síntomas que sugieren una crisis incluyen la pérdida de consciencia, espasmos musculares que agitan el cuerpo, lengua mordida, pérdida de control de la vejiga, confusión repentina e incapacidad para prestar atención. El médico diagnostica un trastorno convulsivo (epilepsia) cuando una persona tiene al menos dos crisis no provocadas que ocurren en momentos diferentes.
Las personas que pierden el conocimiento, a veces incluso cuando pierden el tono muscular y los músculos se sacuden, pueden no sufrir una convulsión. En caso de pérdida breve de la consciencia es más probable que se trate de un desmayo (síncope) que de una crisis.
Las valoraciones suelen realizarse en el servicio de urgencias. Si ya se ha diagnosticado el trastorno convulsivo y el paciente se ha recuperado totalmente, la valoración podrá hacerse en la consulta del médico.
Tratamiento de una convulsión
El médico determinará el tratamiento específico para una convulsión basándose en lo siguiente:
La edad, su estado general de salud, y su historia clínica
Gravedad del trastorno
Tipo de convulsión
La tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias específicas
Las expectativas respecto de la evolución del trastorno
Su opinión o preferencia
El objetivo del tratamiento para las convulsiones consiste en controlar, detener o disminuir la frecuencia de las convulsiones sin interferir en el crecimiento y desarrollo normal del niño. Entre los objetivos principales del control de las convulsiones se incluyen los siguientes:
Identificar correctamente el tipo de convulsión
Utilizar medicamentos específicos para el tipo de convulsión
Utilizar la menor cantidad posible de medicamentos para lograr un control adecuado
Mantener niveles correctos de medicamentos
El tratamiento puede incluir:
Medicamentos. Existen muchos tipos de medicamentos que se utilizan para tratar las convulsiones y la epilepsia. Los medicamentos se eligen según el tipo de convulsiones, la edad, los efectos secundarios, el costo del medicamento y la aceptación.
Generalmente en el caso del niño, los medicamentos que se utilizan en el hogar se administran por vía oral (por ejemplo, cápsulas, pastillas, gránulos o jarabes), pero en algunos casos esto se hace por vía rectal (en el recto del niño) o intranasal (dentro de las fosas nasales). Si el niño se encuentra hospitalizado, el medicamento puede inyectarse o administrarse por vía intravenosa (IV).
Es importante que su hijo tome los medicamentos respetando los horarios y las indicaciones del médico. El cuerpo de cada persona asimila un mismo medicamento de forma diferente, por lo que es posible que deban realizarse ajustes (de dosis y horarios) para lograr un buen control de las convulsiones. Evite interrumpir de golpe los medicamentos de su hijo para las convulsiones, ya que eso puede causar que aumente la cantidad o la gravedad de los ataques. Los medicamentos anticonvulsivos se deben reducir siguiendo las indicaciones del médico de su hijo.
Todos los medicamentos pueden tener efectos secundarios, aunque es probable que algunos niños no los experimenten. Hable con el médico acerca de los efectos secundarios de los medicamentos que toma su hijo.
¿Cuáles son las diferencias entre niños y adultos?
Tal vez insistir en las ausencias típicas o «pequeño mal» que pueden pasar inadvertida y que la primera pista sea un “ensimismamiento” del niño o la disminución del rendimiento escolar detectado por un profesor.
En adultos, el uso de drogas o fármacos que puedan desencadenar las crisis.
Duración de las mismas
Convulsiones que duran más de 5 minutos precisan de tratamiento anticonvulsivo inmediato.
Consecuencias de las convulsiones.
La mortalidad se debe al riesgo de sufrir estados de mal convulsivo y accidentes o asfixia durante los ataques. El exceso de mortalidad se da entre pacientes con enfermedades epilépticas que además tienen lesiones cerebrales graves y crisis incontrolables.
Listado de consejos sobre cómo proceder cuando alguien tiene convulsiones.
Probablemente el número de pacientes afectados de epilepsia está subestimado debido a la dificultad del diagnóstico de ciertos tipos de epilepsia y a la ocultación por estigmas sociales.
¿Se pueden prevenir?
Hasta la fecha, no hay forma de prevenir las crisis convulsivas. Tratamientos para las convulsiones Para limitar la aparición y la repetición de las convulsiones, se recomiendan medidas como la mejora de la calidad del sueño o la reducción del estrés y una dieta sana, acompañada de ejercicio físico.
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